Traumatismo de Pelvis

Definición
El anillo pelviano está constituido por los huesos ilíacos y el sacro, unidos fuertemente por los ligamentos de la pelvis, que se encuentran entre los elementos más fuertes de los tejidos blandos del cuerpo humano.
La fractura de pelvis, llamada por algunos «la fractura asesina», forma parte del espectro del politraumatismo y debe considerarse una lesión potencialmente letal con índices de mortalidad entre el 10 y 20 %.
Este tipo de fracturas pueden reducir en un 30 % la volemia (más de 1500 mi en un paciente de 75 Kg.) antes de que aparezca hipotensión. Incidencia general: 3 % de todas las fracturas. En EEUU se calcula que cada 100.000 habitantes, 37 sufrirán lesiones pelvianas.
Debido a la cercana proximidad de las estructuras osteopelvianas al aparato urogenital, órganos pelvianos, estructuras neurovasculares y demás vísceras, existe un alto riesgo de severas complicaciones y graves secuelas si estas lesiones no se diagnostican y tratan rápidamente.
La clave para tomar una decisión lógica es entender esta lesión. Para entender esta lesión, es esencial algún conocimiento de la biomecánica de la pelvis.
Estructura y estabilidad del anillo pelviano
La pelvis es una estructura en anillo formada por los huesos innominados: el sacro. Estos dos huesos no tienen estabilidad inherente, y la estabilidad de anillo pelviano está dada por los tejidos blandos circundantes. Las estructuras estabilizadoras del anillo pelviano son: la sínfisis pubiana, el complejo ligamentario sacro-ilíaco anterior, posterior, y el piso de la pelvis. Las estructuras ligamentarias anteriores contribuyen en un 40 % a la rigidez del anillo, pero más importante es la integridad del complejo sacro-ilíaco posterior.
Las lesiones anatómicas son importantes para el manejo quirúrgico, pero mas importante aún es el “factor estabilidad” para la toma general de decisiones en el manejo de los pacientes. La estabilidad se define como la capacidad de la pelvis para soportar fuerzas fisiológicas sin un desplazamiento significativo.
Clasificación
Actualmente se utiliza la clasificación AO, propuesta por Marvin Tile y basada en los mecanismos de la injuria y la resultante estabilidad/inestabilidad de anillo pelviano:
- Tipo A: lesión del anillo pelviano estable, con desplazamiento insignificante.
1. avulsión de espinas ilíacas, o tuberosidades isquiáticas.
2. fractura del ala iliaca.
3. fractura transversa del sacro o cóxis

TIPO A
- Tipo B: lesión del anillo pelviano con inestabilidad rotacional y estabilidad Vertical. Incidencia 20 a 30 % de los casos. Con la estabilización quirúrgica anterior es suficiente.
2. lesión por compresión lateral, en rotación interna.
3. lesión bilateral.
TIPO B- Tipo C: inestabilidad rotacional y vertical. Hay ruptura completa del piso de la pelvis incluyendo el complejo sacro-ciático posterior así como los ligamentos sacro-espinosos y sacro-tuberosos. Incidencia 10 a 20 % de los casos. Estabiliización quirúrgica completa y adecuada.
2. lesión bilateral completa.
3. cualquiera de las lesiones anteriores más lesión del acetábulo.
TIPO CPara determinar la estabilidad pelviana el examen físico es tan importante como las radiografías. El objetivo fundamental del examen físico es la búsqueda de grandes hematomas o sangrado desde el meato uretral, vagina o recto. Si no se inspeccionan con cuidado estas últimas dos áreas, pueden pasarse por alto laceraciones ocultas, con terribles consecuencias, ya que siempre implican una fractura expuesta de pelvis.
La examinación manual de la estabilidad del anillo pelviano se debe hacer por compresión antero-posterior y lateral. Esto no debe realizarse en repetidas ocasiones, ya que puede reactivar pérdidas sanguíneas.
La palpación directa de la cresta ilíaca revelará la crepitación o movilidad anormal, que, de estar presente, es el mejor indicador de inestabilidad pelviana.
Estudios Complementarios
Obligatorios
1) La radiografia anteroposterior de pelvis es mandatoria, y provee información fiable que lleva al diagnóstico en el 90 % de los casos.
2) Los individuos con lesiones por fuerzas verticales o compresión lateral es necesario realizar radiografías oblicuas de entrada o «inlet», las que proporcionan información adicional acerca del sacro y las articulaciones sacroilíacas, y en particular de la sínfisis del pubis. También se pueden obtener beneficios mediante la vista del estrecho inferior de la pelvis u «outlet», que ponen de manifiesto migración vertical o cefálica de una hemipelvis.
Opcionales:
1) La tomografía computada (TC) se puede realizar para definir una lesión pelviana posterior y cualquier fractura acetabular asociada. La TC no es un método para ser utilizado en la emergencia, sino que debe ser realizada luego de estabilizar hemodinámicamente al paciente.
La TC es de particular utilidad para evaluar la integridad del complejo ligamentario sacro-ilíaco, el grado de desplazaamiento posterior, y puede demostrar fracturas sacras leves.
2) La reconstrucción “3D” de la TC no constituye una necesidad, aunque puede ser útil en algunos casos para evaluar el tamaño y la localización de los fragmentos óseos, como así también para la planificación de un abordaje quirúrgico.
“Signos indirectos de inestabilidad pelviana”:
- Desplazamiento de la hemipelvis posterior mayor a 1 cm.
- Avulsión de la apófisis transversa de L5.
- Arrancamiento de la inserción de ligamentos sacro-espinosos.
Mecanismo de Injuria y tipo de Fractura
El tipo de fractura y la magnitud del desplazamiento inicial pueden ser relacionados con la gravedad del shock hipovolémico, pero el sangrado puede ocurrir en cualquier tipo de fractura. Si bien unas simples radiografías pueden hacer sospechar la localización probable del sangrado, éste puede variar en su origen ampliamente. En las lesiones pelvianas por compresión antero posterior «en libro abierto» (tipo B2), en las que aumenta considerablemente el volumen de la cavidad pelviana, el origen del sangrado es generalmente venoso pero la hemorragia arterial no debe ser excluida. En las lesiones por compresión lateral (tipo B1), el anillo pelviano generalmente es estable, ya que se produce fracturas impactadas. Cuando actúan fuerzas cizallantes, se producen fracturas con inestabilidad completa (tipo C), el sangrado puede originarse tanto en la zona anterior del anillo pelviano, como en la posterior
